lunes, 10 de agosto de 2015

Puestos a imaginar…


Parece que las nuevas manifestaciones de la política, porque la política sigue siendo lo que siempre ha sido, sustituyen los términos clásicos como objetivos, clases, estrategia, táctica, propuestas, programas, etc..., por otros, entre los que destaca, sin lugar a dudas, la ilusión y la imaginación.

Sera por ello, que en los últimos días hemos oído reflexiones de este estilo “os imagináis en las próximas elecciones, una sola papeleta donde estemos Juan Uralde, Beiras, Mónica Oltra, Pablo Iglesias, yo (Garzón)… y la ciudadanía confluyendo y participando”, con toda seguridad, siempre es más fácil imaginar que realizar un análisis concreto de la realidad concreta, establecer conclusiones, fijar objetivos, diseñar planes de trabajo, debatirlos, alcanzar consensos internos y desplegar la actividad.

Pero aun aceptando transitoriamente la idea de que se trata solo de imaginar, puestos a imaginar, prefiero imaginarme un único programa político de izquierdas para las próximas elecciones que fuese apoyado por Equo, Anova, Compromis, Podemos, Izquierda Unida, organizaciones sociales y personas sin adscripción, aunque solo fuera por el valor cualitativo y cuantitativo que las organizaciones tienen incluso por encima de sus propios dirigentes y porque si bien necesitamos agrupar, se tratara de agrupar en torno a propuestas y no solo entorno a personas.

Si además, estamos imaginando, el programa tuviera por objetivo dar prioridad a los intereses de los trabajadores, concretando una política económica que permita crear empleo estable y de calidad,  para lo que sería necesario derogar las últimas reformas laborales y devolver a los trabajadores sus derechos, aumentar el salario mínimo, reducir por ley la jornada de trabajo y dar competencias a la negociación colectiva, entre otras muchas, al menos estaríamos imaginando cosas concretas y útiles, de las de llevarse a la boca, porque de ilusión no se vive, por muy importante que sea tener confianza en las propias capacidades y voluntad de ganar.

Precisamente esto, el programa, el elemento central de cualquier proceso de convergencia que se precie de serlo, no está hoy encima del tablero y de momento, ni se le espera.

Así las cosas, no es de extrañar, que la última encuesta del CIS arroje los resultados de todos conocidos. Sin propuesta política concreta es difícil consolidar y aumentar apoyos. Y con una percepción de retroceso todas las construcciones que se asientan en la ilusión de ganar, en el ahora o nunca, se desmoronan.

Muchas personas que lo está pasando mal, como consecuencia de la crisis, con un menor nivel de conciencia política y que podrían ser votantes de las opciones de izquierda alternativa, están siendo sistemáticamente bombardeada por los medios de comunicación con dos ideas fuerza, la recuperación económica del PP y la misma recuperación pero con tintes sociales del PSOE, necesitan un análisis que explique lo que está pasando en la economía y como se puede salir de la crisis priorizando los interés de los que buscan trabajo, de los que lo tienen de mala calidad y del conjunto de los trabajadores, que han visto cómo sus salarios han retrocedido como consecuencia de la pérdida de derechos.

Sin un verdadero relato, sin propuestas y sin programa de izquierdas no será posible ni la convergencia ni la alternativa. No deberíamos dejar pasar más tiempo sin abrir el debate del programa político que necesitamos para que el actual estado de cosas pueda cambiar.

Andrés Hidalgo

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